Pisa

Antiguos palacetes de PisaSegún iba de la estación central, caminando, hacia la catedral la sensación fue pasando de «mmm esto tiene algo más que una torre inclinada» a  «mmm esto tiene bastante más que una torre inclinada«.

Llegué en un tren desde Florencia, para llegar hay que coger algún tren dirección Livorno, y hay que estar atento, porque en general en las estaciones de tren solo anuncian el destino final del tren y no las paradas intermedias.

Para empezar he de decir que la ciudad de Pisa fue prácticamente destruida durante la guerra, y por tanto, completamente reconstruida después. Pero en su conjunto las casitas de distintos colores tierra, forman un entramado pintoresco. Y es que se trata de una ciudad bonita, típicamente italiana, con sus callejuelas, pavimentada con adoquines, mercados y preciosas iglesias que te encuentras en los rincones menos esperados.

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Antes de llegar al Arno (que la atraviesa por la mitad) tenemos las dos primeras joyas escondidas de Pisa: la iglesia de San Paolo Ripa d’Arno que me recordó a muchísimas otras iglesias de la Toscana por cómo en la decoración se juega con el color de varios mármoles. Y justo detrás de su ábside la capilla de Santa Ágata. También en esta orilla se encuentra la pequeñita capilla de mármol gótica de Santa Maria della Spina. Es la única que no está «demasiado» escondida, justo a la orilla del río. Aunque ya había visto fotos de ella, es una cosa tan pequeñita, recargada y bonita, que me recordaba a una niña pequeña que se adorna con miles de collares de perlas y brillantes y ropa rosa. Además nos prepara para lo que será el contraste de la ciudad amarilla con el blanco del duomo… Esta pequeña joya de capilla sí que puede dar una idea de cómo era antes la estructura de la ciudad. Al igual que en Florencia, las casas se apilaban en pequeñas callejuelas hasta la mismísima ribera, incluso los puentes, hoy amplias carreteras despejadas, eran estrechas calles abarrotadas de casitas amarillas.

Santa Maria della spina

Siguiendo en dirección a la catedral (y zigzagueando un poco en el camino) llegué hasta la Piazza dei Cavallieri donde se encuentra el Palazzo della Carovana entre fachadas ricamente ornamentadas. Una buena plaza para pasar un buen rato. Tampoco muy lejos de allí se encuentra la iglesia de Santa Catarina, que al igual que San Michele (premio si encuentran esta iglesia que está super escondida, muy cerca de la facultad a orillas del Arno y ¡¡¡está también totalmente inclinada!!!) es del estilo románico pisano, aunque se encuentra mucho más deteriorada.

piazza dei miracoli Pisa

Pero claro luego se llega a la Piazza dei Miracoli casi al otro lado de la ciudad.

puerta del baptisterio

A ver, a mucha gente le he oído decir el «bah Pisa solo tiene la catedral«. Bueno, claro, es que el recinto de la catedral es… verdaderamente impresionante a falta de una descripción mejor y destaca considerablemente del resto de la amarilla ciudad con su blanco marmóreo. No sé si sabréis valorar estas afirmaciones. Apenas que hayáis leído un poco de este blog habréis visto que tiendo a castigar los lugares «demasiado turísticos», por lo que tengo que reconoceros que llegué a Pisa sin demasiadas expectativas al respecto…

Llegué por un lateral y con lo primero que me encontré fue il campanile (la famosa torre). Y si, aunque ya sabes que es lo que vas a ver, lo primero que pensé instintivamente (y bastante asombrada) fue: «¡Está inclinada!» me sorprendí a mi misma repitiéndome «¡Está realmente inclinada!» (quizás lo ves y lo sientes más en la realidad que si lo miras en fotos) y lo siguiente que inevitablemente piensas, aunque ya te conozcas toda la historia es «¡Y está retorcida!«.

duomo y campanile en Pisa

Cuando conseguí superar el influjo hipnótico que ejerce la torre, llegué hasta las taquillas. El complejo sistema de entradas es parecido al de Siena, para el campanile la entrada es diferente (15€ y va por horas) y los demás edificios va por número de edificios que quieras visitar (mi recomendación, es no perderse ninguno de los 4, todos son magníficos)

Mi visita empezó por el camposanto; nada de tétricas tumbas de piedra ennegrecida estilo Edimburgo o Kilkenny, sino un pulcro edificio de mármol en forma de claustro, con bellas lápidas en el suelo gravadas (algunas modernas) y un patio interior con césped y rosas que invita a la meditación.

cementerio Pisa

El baptisterio es más bonito por fuera que por dentro. El pórtico tiene una entrada con una decoración muy rica, repleto de pequeñísimas estatuas. Desde la segunda planta de este edificio se tienen las mejores vistas de la catedral y el campanario.

baptisterio

La catedral es de nuevo del estilo románico pisano, como casi todas las iglesias de la ciudad, construida alrededor del 1064. Del estilo toscano es la idea de que el campanario esté separado del duomo, pero la torre de Pisa es muy diferente a otros campanarios de la región. Y no solo porque esté inclinada, bueno, el que se empezase a inclinar ayuda a que no es muy alto, en comparación con los de otras ciudades claro, y es algo que me sorprendió también. Se trata de un campanile realmente pequeño. Pero, en la Toscana, suelen ser de planta cuadrada con decoración similar a los pórticos del duomo. Sin embargo la torre es circular de un único mármol blanco y cada planta está decorada con una arcada.

Interior del duomo de Pisa

Para poder descansar y asimilar toda la belleza del complejo está la hierba (donde la gente se sienta a disfrutar tranquilamente) y si consiguen apartar la vista de la torre, se darán cuenta que a un lado aún se conservan las murallas de la ciudad. Y justo en el otro lado, hay un gran paseo donde miles de tiendecitas venden los típicos souvenires.

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4 comentarios el “Pisa

    • Jejeje, si, retorcida.
      Según la estaban construyendo se dieron cuenta de que se inclinaba (hay de hecho muchos más campanarios inclinados en la ciudad) Así que intentaron corregirlo, y cuando la ves desde abajo, ves como se retuerce y a cada tramo tiene pendientes diferentes.

  1. Parece que vino un gigante y estuvo jugando con ella, después de mascarla un poco y limpiarse las orejas la dejó donde estaba … tan bien clavada que no se cae!!

    ¿no?

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